Capitalismo destructor

 

Capitalismo salvaje, consecuencias:

Vivir en permanente fuera de juego.

Las autoridades sanitarias advierten: Vivir dos vidas mata. La primera de mis vidas duele, me vacía por dentro día a día, hora a hora, minuto a minuto. Cada segundo que pasa me siento un poco más vacío, enfermo en la competición, muero en vida.

Es la vida del que vive en fuera de juego en un sistema que se degrada, alejándose paso a paso de los objetivos que para él, dicha sociedad debería perseguir. En su frustración, ve incrementar las filas de la conformidad, el miedo y el conformismo intelectual, pero se ve obligado a continuar.

Trabajando para pagar y contentar a un entorno que no sientes cómo tuyo, cumpliendo con lo que esperan de ti… Esporádicamente tu alma se rebela, aprovechando alguna oportunidad para emprender una guerra que sabe perdida antes de ser librada. El precio de toda guerra perdida deriva en más frustración, y te sigues distanciando. No entiendes los motivos del que no lucha, menos aún del que no identifica el problema.
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